Siempre me gusta decir que el Valle de Ricote es como un oasis, vayas en la época que vayas, el verde creado por limoneros, naranjos, palmeras y cañas en la rivera del Río Segura, contrastan con el paisaje semidesértico de nuestra región. Te recomiendo entrar al Valle por el desvío de Ulea, dónde encontrarás el primer mirador del Valle Morisco y en el que te encontrarás una imagen que te recordará a Marruecos o Argelia.
Valle de Ricote, un viaje en el tiempo con Carlos Moyano
Si entras por aquí, tu primera parada debe ser La Casa del Cura o Casa Eiffel, según cuenta la leyenda, el famoso arquitecto francés, diseño este edificio para el cura de Ulea. La historia cuadra bastante, pues es conocido que al autor del edificio más conocido de Francia, al Balneario de Archena, dónde acabaremos nuestro día y nuestra narración.
Después de visitar Ulea, pasarás por Villanueva y comenzarás a ver un mar de limoneros y naranjos, hasta llegar a un lugar poco conocido y que a mí me encanta, en la Rambla del Carcelín se encuentra una poza secreta, que ha ido esculpiéndose en la roca por la erosión del agua.
Y muy cerca de ahí encontrarás el Salto de la Novia, un puente de madera sobre el Río Segura, que guarda una leyenda de amor prohibido entre la hija del comandante musulmán de la zona y un oficial cristiano, que terminó de forma trágica cuando la novia se quitó la vida en ese punto, una vez su padre hubo capturado y matado a su amado.
Pondremos después rumbo a Ojós, para mí, el pueblo más bonito de todo el valle, con calles llenas de flores y terrazas tan bonitas como la de OXOX. En este pueblo además, no te olvides de probar, sus famosos bizcochos borrachos y si tienes ganas de hacer una pequeña ruta, siguiendo el margen del río, también encontrarás un puente tibetano, ¡Cómo lo oyes! ¿Creo que ya te he dado bastantes motivos para venir aquí verdad? Pues aún queda bastante más.
Una opción para comer, es subir hasta el pueblo de Ricote y probar uno de nuestros restaurantes más conocidos, el Sordo, aunque también te doy una versión más económica: La Fuensanta. A la entrada de este pueblo también encontrarás una olivera milenaria.
Y volviendo a nuestra ruta, llegamos a Blanca, dónde no puedes perderte el mirador Alto de Bayna, quizás el más espectacular de la región y que da una visión única del valle y del embalse del Azud de Ojós. Si puedes ir al atardecer, mejor que mejor.
Más allá de Blanca, se encuentra Abarán, dónde podrás hacer la ruta de las Norias y conocer la noria de agua, más grande de Europa. Además desde allí puede hacerse una de las actividades favoritas de los murcianos cuando suben las temperaturas, el descenso del río Segura, hasta terminar en la playa de la Presa el Jarral.
Por último, después de un día tan ajetreado, que mejor que ir al Balneario de Archena, historia viva de nuestra región y en el que podrás disfrutar de sus piscinas termales, masajes, comer, desayunar o relajarte en una reproducción de los patios de la Alhambra de Granada. Te dejo además un truco, y es que si vas a última hora (de 19:00 a 22:00) el precio de la entrada es reducido.
Y hasta aquí uno de los días más completos que puedes pasar en la Región de Murcia.